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Tallercito de Letras

Como un dolor de muelas

lunes, mayo 25, 2009

Como un dolor de muelas

Letra: Joaquín Sabina, Pancho Varona y Subcomandante Marcos
Música:
Pancho Varona Disco: Dímelo en la Calle (2002

Como si llegaran a buen puerto mis ansias,
como si hubiera donde hacerse fuerte,
como si hubiera por fin destino para mis pasos,
como si encontrara mi verdad primera,

como traerse al hoy cada mañana,
como un suspiro profundo y quedo,
como un dolor de muelas aliviado,

como lo imposible por fin hecho,
como si alguien de veras me quisiera,
como si al fin un buen poema me saliera…
una oración.

Como si la arena cantara en el desierto
los cantos de sirena del mar Muerto,
como si para crecer sobraran las escaleras,
como si escribiera un ciego un libro abierto.

Ven a poblar el zócalo de ojos,
siembra de migas de pan caliente
mis canas de alcanfor adolescente.

Ponle al sordo voz y alas al cojo,
bendice nuestro arroz, nuestro minuto,
como si no fuéramos cómplices del luto…
del corazón.

Como si pudiera entender ando entendiendo, creo creer que creo y no tengo la suerte de creerlo.
Como si cada paso fuera a darme un camino nuevo.
Como si cada mañana fuera amanecer un día mejor.
Me creo esta mentira de estar viva, de haber elegido este camino, de sonreir ante tu boca plena de alegria por mis besos.

Me marco en la piel una plegaria que desconozco y que recito de memoria para sobrellevar este disfrás de transeunte, de ciudadna cuidadosa, de mujer entera y fuerte.

Como si fuera cierto me creo esta mentira. Inyecto utopias en mis venas que alivian el dolor de estar despierta.

Gal.

Publicadas por Gal a la/s 1:14 a. m. 0 comentarios  

Villa sin villas, Constitución que se ignora

viernes, mayo 22, 2009

Por estos días circulan en la Web y por las calles grupos que

proclaman una Villa Constitución sin villas. Deberían recordar al
menos este fragmento del preámbulo de la Constitución Nacional: "...
consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el
bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para
nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo
que quieran habitar en el suelo argentino..."

Aún cuando en este país se recuerda con dolor una dictadura militar
que exterminó, desapareció y borró la identidad de miles de
ciudadanos. Aún cuando a algunos se nos pone la piel de gallina de
solo pensar en el terror vivido por aquellos tiempos, aún con todas
esas imágenes en la memoria del horror, se siguen escuchando palabras
de desprecio, de odio y de ganas de desaparecer o exterminar a
otros-as, otros y otras que son seres humanos.

Me preocupa los discursos que proclaman a la propiedad privada más
valiosa que la vida de cualquiera. Me ensombrece la falta de
solidaridad que se manifiesta ante la llegada de "personas" de zonas
"vecinas".
Personas, seres humanos, hombres, mujeres, niños y niñas de carne,
hueso, espíritu, alma, como los buenos cristianos de acá, que llegan a
la ciudad en busca de mejores posibilidades y encuentran no solo más
miseria sino a otros "seres humanos" idénticos a ellos que los
desprecian y que sueñan conque desaparezcan del mapa o al menos de sus
campos visuales nublados por el consumismo.

Resulta que por las calles chorrea el discurso de "los de aquí" y "los
de allá". Los de aquí, que no son los dueños originarios de la tierra,
porque a esos también los exterminaron los que vinieron de allá, del
otro lado del charco, de Europa, los que venían con la cruz y la
espada a robar, a quemar, a deshacer la lengua de los de acá. Los de
aquí, que tienen esta tierra porque sus abuelos, y porque no, sus
padres vinieron de allá, de Europa del otro lado del charco sedientos,
hambrientos y destruidos por las guerras, que vinieron con lo puesto y
menos también y se hicieron la América, la América que era de los de
acá, de los de acá que ya no están.

También eran los de allá, los de las provincias, que vinieron a
trabajar en las fábricas, cuando las fábricas prometían una buena
vida, una vida mejor que la que se vivía en el campo, en el campo que
en el principio de las épocas era de los de acá, de los que murieron
en manos de los de allá, los que llegaron con la cruz y la espada.

En definitiva, los de acá nunca fueron de acá siempre fueron de allá,
tan de allá, como los que vienen ahora, que vienen igual que los que
venían de Europa, los abuelos o los padres de los de acá, miserables,
pobres y con ganas de vivir mejor.

En verdad, me angustia ver tanta energía puesta en juzgar a los de
allá y no denunciar a los de acá que lucran con la miseria.
Las multinacionales, las que se hacen la América acá, delinquen y a
cambio de un sueldito miserable enferman, atrofian y roban mucho más
que los de allá.
Los que siembran soja en los campos que eran de los de acá, destruyen
la tierra, envenenan el agua y hambrean a muchos.
Los poderosos, los que gobiernan y negocian con la vida de todos y
todas, no están siendo juzgados, ni sospechados, porque no viven en
una villa de emergencia, viven de nuestras necesidades emergentes.

En verdad, alguna gente de esta ciudad se me presenta como un perro
hambriento que muerde a otro más miserable que él, en defensa de las
sobras que le tira el amo.

Gabriela Lorenzo

Publicadas por Gal a la/s 6:01 p. m. 0 comentarios  

Guitarra Negra Alfredo Zitarrosa

sábado, enero 19, 2008

"Guitarra negra" Alfredo Zitarrosa (1936-1989)

"Hago falta.
Yo siento que la vida se agita nerviosa si no comparezco,
si no estoy.
Siento que hay un sitio para mí en la fila,
que se ve ese vacío,
que hay una respiración que falta,
que defraudo una espera.
Siento la tristeza o la ira inexpresada del compañero,
el amor del que me aguarda lastimado.
Falta mi cara en la gráfica del pueblo,
mi voz en la consigna,
en el canto,
en la pasión de andar,
mis piernas en la marcha,
mis zapatos hollando el polvo,
los ojos míos en la contemplación del mañana,
mis manos en la bandera,
en el martillo,
en la guitarra,
mi lengua en el idioma de todos,
el gesto de mi cara en la honda preocupación de mis hermanos"
.


Y creo que debería irme ante tanta masacre
y si me voy quien va a notar la diferencia?
Y si me quedo en donde queda mi palabra?
Hay cuerpos en las calles
ya nada huele a esperanza
Y si me voy a dónde quedará mi garganta?
A dónde mis letras
mis intentos desesperados por beber el agua nueva?
A dónde quedarán los árboles, las hojas?
las mujeres y los hombres
los pasos, los caminos
A dónde irá mi sangre si me quedo?
y si me voy a dónde irá mi sangre?

Gal

Publicadas por Gal a la/s 7:13 p. m. 4 comentarios  

Néstor Groppa el encuentro con un poeta

sábado, octubre 27, 2007

Vivo anotando. Escribo ( anoto ) en cualquier lugar ( calle, café, casa, mercado ) y con preferencia en libretitas tipo "Avón", con espiral, muy cómodas para "la cartera de la dama y el bolsillo del caballero".
Anoto lo que me sorprende. Luego, vuelvo sobre ello con toda "dedicación y esmero" como decía un artesano platero de filigrana, Isaac, que ya finó.
Las anotaciones se añejan en cajones de madera no necesariamente de roble. Allí reposan y maduran. Ahora pienso que lo mismo ocurre conmigo. Dijeron que se publica para no seguir corrigiendo. Así dijeron. Hasta entonces, corregir es enriquecer o por lo menos intentarlo, pensando que la poesía debe tomar "punto de hilo" como dicen las señoras y empanaderas que hacen jaleas, almíbares y dulces.
Cuando aparece, si es que se digna, nunca reparé en cómo lo hizo ni acompañada de quién y por qué vino.
Al Colofón de mi libro "En el tiempo labrador" (1966) lo finalicé así: ....... de mi poesía, nada sé, aunque es cierto - y triste - que entraña el miso / recato de las cosas que los años abandonan o llevan consigo para siempre".
Es probable que si vuelvo sobre ésto, lo corrija. Pero sigo sosteniendo mi opinión con el antecedente ilustre de Albert Camus : hablar del oficio trae mala suerte y espanta a las musas.

Néstor Groppa

Los hallazgos son, al menos para mi, siempre sinónimo de sorpresa algunas veces felices otras un tanto conmovedora.
La felicidad, en los días de infancia era hallar pequeñitas flores entre la hierba y creer que yo era la única que conocía ese colorido secreto. Tal vez allí estaba la magia, la inocente certidumbre de ver lo que nadie más podía ver.
La felicidad de esos días ya no está en encontrar figuras en las nubes o descubrir tesoros en las raíces de los viejos árboles que pueblan mis recuerdos. Los tiempos han cambiado y la búsqueda ahora se desliza por las letras y los encuentros son virtuales.La felicidad tiene formas diversas, rostros imperceptibles y la cálida sensación de descubrir algo propio en las palabras ajenas.
Supongo que esta felicidad de mi encuentro con el poeta Néstor Groppa, ha de ser la que siente una botella que hace años que navega por las corrientes del río con un mensaje guardado en su cuerpo de vidrio, llevada por la corriente inesperada del agua, arriba a orillas desconocidas y es descubierta y descubre a un poeta.

Gal

Publicadas por Gal a la/s 8:38 a. m. 0 comentarios  

acerca de la película Princesas de León Aranoa

sábado, octubre 20, 2007

En el reinado de la desolación las princesas andan lejos de territorios amados.

Transitan la noche cargadas de sueños que nunca llegarán.

Las princesas lloran sus soledades en mesas de bares feos y al segundo deben reír y seguir su rutina callejera.

Las princesas de este mundo están muy maltratadas. Andan llenas de amarguras, secretos y nostalgias, como todas las princesas de todos los cuentos tristes que nunca terminan bien.

Publicadas por Gal a la/s 9:01 p. m. 0 comentarios  

Etiquetas: princesas, sueños, tristeza

Volviendo

lunes, noviembre 13, 2006

Recupero algunas palabras. La vida cotidiana me va alejando de mis antiguos gustos. Pequeños placeres que me hacen tanto bien.
Una mañana de sábado, hace ya varios años, viendo el canal de México descubrí a un gran escritor que me llenó de sentimientos nuevos. Jaime Sabines decía algo sobre mí, algo de mi ser estaba dicho en sus poemas.
Jaime hablaba de mí hablando de él y en ese momento lo sentí mi amigo, mi hermano, mi compañero. Sin medir distancias ni lazos, solo por habitar el mismo mundo y por sentirme acariciada por sus letras él, el Jaime de los Mexicanos, se me hizo un poquito mío. Mi respetuoso y humilde homenaje, a ese viejo lindo que me llenó de ganas y de reflexiones, es compartir con mis visitantes sus poesías.

Gracias Jaime andarás por allí sonriéndole a algunos peatones del espacio y charlando con ese Dios que tanto te encanta

Los amorosos

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
 
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre —¡qué bueno!— han de estar solos.
 
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
 
En la obscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
 
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
 
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
 
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite.
 
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
 
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
 
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida
Y se van llorando, llorando
la hermosa vida.
 
 
 

No es nada de tu cuerpo

No es nada de tu cuerpo,
ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,
ni ese lugar secreto que los dos conocemos,
fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.
No es tu boca -tu boca
que es igual que tu sexo-,
ni la reunión exacta de tus pechos,
ni tu espalda dulcísima y suave,
ni tu ombligo, en que bebo.
Ni son tus muslos duros como el día,
ni tus rodillas de marfil al fuego,
ni tus pies diminutos y sangrantes,
ni tu olor, ni tu pelo.
No es tu mirada -¿qué es una mirada?-
triste luz descarriada, paz sin dueño,
ni el álbum de tu oído, ni tus voces,
ni las ojeras que te deja el sueño.
Ni es tu lengua de víbora tampoco,
flecha de avispas en el aire ciego,
ni la humedad caliente de tu asfixia
que sostiene tu beso.
No es nada de tu cuerpo,
ni una brizna, ni un pétalo,
ni una gota, ni un gramo, ni un momento:
 
Es sólo este lugar donde estuviste,
estos mis brazos tercos.
 
Poemas de Jaime Sabines escritor Mexicano

Publicadas por Gal a la/s 1:39 a. m. 0 comentarios  

No está muerto quien pelea

domingo, agosto 06, 2006


Estoy muerto,
estoy asesinado:
pero estoy naciendo
con la primavera.
Porque ha salido el sol
Aquí tengo una hoja,
una oreja, un susurro,
un pensamiento:
voy a vivir otra vez,
porque ha salido el sol.
Porque ha salido el sol

Victor Heredia

Yo andaba llena de palabras desordenadas en mi cuerpo.

Estaba enojada y no encontraba la forma de denunciar tanta injusticia y tanto desconsuelo.

En la vida todos los caminos están cerca, desdibujados, pero cerca, confusos pero cerca. Sólo debía mirar y ver en donde estaba ese sendero que me llevaría a encontrarme.

Así, en el año 1995, encontré un sitio que me contuvo, un espacio en el que comencé a “ser yo”. Esa yo que peleaba por decir y que buscaba las formas.

Los espacios tienen nombres que nos representan. Este espacio me representaba a mí y a los que, como yo, andábamos buscándonos.

La Biblioteca Popular Maria Perrissol de Villa Constitución, albergaba a unos locos y locas que, todos los sábados por la tarde, pretendíamos cambiar algo. El más loco de todos era Miguel Catalá que promovía, entusiasmaba y coordinaba el taller de lecto escritura creativa. Nos fuimos sumando más y más. Y soñamos más y más. Construimos historias escritas y escribimos nuestras historias andando caminos y madrugadas. Nos llenamos de palabras nuevas, nos conmovimos y creímos que éramos los creadores de nuestros destinos.

Nos enredamos en la trama de la tinta y las letras. Había días de lluvia que nos traían olores felices. Había música y ganas de reír. Teníamos ganas de estar juntos. Una fogata, había, en el centro de una noche que comenzaba.

Fuimos fuertes y reconocidos por nuestra lucha, estaremos, a pesar de todo, vivos en la memoria de quienes recuerden, de quienes tengan ganas de recordar.

A mis queridos compañeros y copañeras de taller y de una parte, muy importante, de mi vida.

Publicadas por Gal a la/s 11:14 a. m. 1 comentarios  

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